Prevenir los envenenamientos.
"No había gobernante ni personaje rico que dejase de hacer probar viandas y bebidas a sus criados antes de sentarse a la mesa. Tampoco existía Papa, rey, príncipe, cardenal o simple condottiere que no poseyera un navío de plata con las velas desplegadas, cuyo casco se abría con llave, guardándose en su interior el cubierto propio, la servilleta, la sal y todas las especias, para evitar así un posible envenenamiento. Todo invitado a un banquete enviaba por delante su navío con un doméstico fiel encargado de colocarlo en la mesa, y al llegar lo abría con su llave, sacando el cubierto y las especias, sin que al dueño de la casa le ofendiese tal precaución". (Blasco Ibáñez - "A los pies de Venus - Los Borgia")
Ha quedado demostrado que muchas muertes originadas por el legendario veneno de los Borgias eran verdaderamente obra de la sífilis, enfermedad muy extendida en la época.