La muerte de Juan Borgia

El río Tíber visto desde el castillo de Sant´Angelo
El río Tíber visto desde el castillo de Sant´Angelo

El asesinato de Juan Borgia, duque de Gandía, nunca se esclareció.

La noche del 14 de junio de 1497 César y Juan han cenado en la casa que su madre tiene cerca de San Pietro in Vincoli, en la actual escalinata de los Borgia. La relación entre los dos ha sido tradicionalmente conflictiva.

Cuando llegan a la puerta del hoy palacio Sforza Cesarini se despiden. Juan se aleja en compañía de un hombre enmascarado. Todo parece indicar que se prepara para otra noche licenciosa.

Al día siguiente pasan las horas y su hermano no aparece. El papa, inquieto por el destino de su hijo, ordena registrar toda Roma. Al mediodía del día 16 encuentran el cadáver del duque de Gandía flotando entre las aguas del Tíber.

El cuerpo de Juan Borgia está vestido, con la garganta cortada y el pecho atravesado por nueve heridas. El ropaje perfectamente abrochado, los guantes pendientes de su cintura y su bolsa conserva treinta ducados de oro.

Esa misma noche su cuerpo es expuesto en Santa María del Pópolo y enterrado con gran pompa.

Las pesquisas nunca consiguieron averiguar el nombre de los asesinos. Descartados los Orsini, grandes enemigos de los Borgia, las miradas señalan a César. Alejandro VI, que ha entrado en una profunda depresión, cierra la investigación sin esclarecer los hechos.

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